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domingo, 27 de noviembre de 2011

Bonitos, esquivos amigos

Habitualmente con el final del verano, se empieza a notar un ligero repunte en la actividad de especies como melvas, bacoretas, llampugas y como no bonitos. Este año parece que los ciclos se han atrasado un poco, debido posiblemente a la elevada temperatura del agua, que hasta bien entrado el mes de octubre rondaba los 23 grados. Otro aspecto que también ha podido influir ha sido la escasez de lluvias, que sin duda ha limitado el aporte de nutrientes al mar a través de ríos y rieras, por lo que los peces pasto tienden a buscar otros emplazamientos para alimentarse, lo que origina que sus depredadores sigan su camino.
Al final nuestros insaciables torpedos acudieron a su cita, en las jornadas que les dedicamos básicamente a curricán, nuestras amigas y delatoras gaviotas, formaban pajareras espectaculares en innumerables lugares. Sólo había que actuar de manera adecuada para maniobrar la embarcación y darle tiempo a las muestras para que pasasen por el lugar preciso.  Con un mar rizado en superfície por la acción del viento, las condiciones eran las ideales para engañar a unos y a otros.

Todo y que dar con los bonitos no siempre es una labor fácil, ya que estos acostumbran a ir acompañados de otro tipo de depredadores, conseguimos levantar unos cuantos que todo y no ser de grandes dimensiones, rondarían los 3kg., nos brindaron unos excepcionales momentos de lucha, ya que como bien sabeis son duros de pelar y hasta que no los tienes dentro de la sacadera, no puedes dar por finalizada la batalla.


En los días de mayor actividad llegamos a capturar más de 20 piezas, entre bonitos, melvas, bacoretas y estorninos, de las que solo unos pocas nos alegraron la mesa.
Alguna gaviota también quiso probar las plumas con las que pescábamos, soltándose afortunadamente sin necesidad de que tuviésemos que intervenir.

jueves, 5 de mayo de 2011

Light Jigging una buena alternativa para estas fechas


A la espera de que suban definitivamente las temperaturas, en este impás de tiempo, no es una mala opción ir en busca de especies de porte reducido. Una modalidad que practicada con los equipos adecuados, nos deparará momentos de mucha diversión y porqué no, que también nos proporcionará jornadas muy entretenidas.





En estas fechas no es difícil encontrar las molas que forman jureles, estorninos, obladas y caballas. Simplemente habrá que estar muy pendiente por un lado, de nuestras amigas las gaviotas y si estas no nos muestran la zona donde hay actividad en superfície. La otra opción e indispensable para localizar nuestras posibles capturas, será el uso de la sonda.




Por lo general localizaremos estos spots relativamente cerca de nuestro puerto base, así que que pronto podremos ponernos en acción de pesca. En muchas ocasiones encontramos estas molas de pescado a escasos metros de la misma bocana, así que si estamos a una distancia prudencial de la misma y no entorpecemos el tránsito de otras embarcaciones, tendremos mucho terreno ganado. Una excelente zona donde probar, es cerca de lugares donde haya balizas o boyas.



La profundidad a la que encontremos estas molas de pescado y el estado del mar, marcará la utilización de jigs y cucharas de mayor o menor peso y de diferentes formas. Podremos aderezar el montaje, añadiendo en la parte superior una metralleta/traca de plumas que complementará la acción del jig y que lo hará aún mas atractivo y llamativo, pudiendo capturar de esta manera varias piezas a la vez.



Para tener un plus añadido de sensaciones, lo ideal es utilizar cañas de escaso libraje, que nos permitan lanzar y mover hasta un máximo de 50/60 grs. El carrete de un tamaño 3000/4000 cargado con hilo trenzado de 0,08 mm y un terminal de fluorocarbono de no más de o,40 mm, será más que suficiente, aunque a menor diámetro mayor invisibilidad, pero asumimos más riesgos de rotura.






Habrá que tener muy presente que entre estos bancos a veces vienen camuflados bonitos, melvas o bacoretas, por lo que la calidad del material deberá ser contrastada, así como los nudos de unión de los diferentes elementos. Sólo así y en caso de captura excepcional, tendremos decantada parcialmente la balanza hacia nuestro lado.


Tampoco hay que perder de vista, que si dejamos bajar nuestro aparejo hasta el fondo o muy cerca de él, la captura de arañas y víboras será más que probable. Por lo que no debemos confiarnos...

domingo, 24 de octubre de 2010

Buenos momentos... a veces.









Precisamente eso, es lo que nos deparó la segunda quincena de septiembre. El tiempo no nos acompañó y no fue todo lo plácido que hubiésemos deseado, pero en términos generales la pesca estuvo bien. Hubo días en los que de lo único que pudimos disfrutar fue del paisaje y de la mar ya que capturas, la verdad es que no tuvimos o fueron escasas. Días de mucha abundancia y otros de ausencia total de actividad, tanto por arriba como por abajo. Momentos en los que la sonda se volvía loca y las gaviotas también. Y otros en los que el que se volvía loco era el que llevaba la barca, por no otear nada en el horizonte. Aunque ya sabemos, que ante tan poca actividad cuando menos te lo esperas, zas, picada, no siempre, pero a veces sucede.
Los bonitos, bacoretas, melvas, serviolas y alguna llampugita, nos arreglaron más de una salida. Salvo por el tamaño de alguno de estos (bonito, melva), lo demás eran piezas de poco porte, que una vez en cubierta, nos "invitaban" a ver que era lo último que habían comido, facilitándonos en parte la elección de los señuelos. Aunque con sus tamaños... bueno, había que seguir buscando congéneres mayores.
Al final del mes, también tuvimos oportunidad de coger algún tallham (anjova). Aunque con tamaños modestos, suplen esta carencia, con la espectacularidad de sus saltos, para liberarse de lo que les mantiene "atados".
También empezamos (bueno más bien continuamos) buscando a los palometones y.... esto lo dejaremos para la próxima, que todavía hay tela que cortar.

martes, 14 de septiembre de 2010

"Cerrado" por vacaciones



Sí, sí, ahora toca disfrutar de la 2ª parte de las vacaciones. Espero que el tiempo sea bueno y contemos que todos los días podamos salir a la mar.
Teóricamente es un mes bueno y la variedad de especies que podemos tocar es amplia (llampugas, bonitos, tallhams, palometones y como no calamares), así que iremos a por ellas... A la vuelta os cuento.
Gracias a todos por estar ahí.

lunes, 16 de agosto de 2010

Lanzón (Sonso) 2ª parte




Tal y como apuntaba en otro post, el lanzón es otro de los muchos cebos naturales con los que podemos pescar.
Como todo cebo natural, gana exponencialmente en efectividad si lo presentamos vivo. La principal dificultad de este tipo de pesca entre otras, radica en la obtención del cebo en sí. Se han de tener muy buenos contactos entre los pescadores profesionales y acudir a la zona dónde estos lo pescan, para que justo en el momento en el que descargan el arte, hacer acopio de una buena cantidad de estos pececitos e introducirlos en viveros perfectamente acondicionados para su conservación.
Dos amigos, Felix y Albert, han tenido la oportunidad de practicar este tipo de pesca, todo y no ser demasiado bien vista por los mismos profesionales que también la realizan, ya que podrían ser "una competencia desleal".
Una buena zona donde desarrollar este tipo de pesca, son fondos rocosos dónde sabemos que se han cogido, dentones, serviolas, etc. Así que con el vivero lleno nos desplazaremos rápidamente al pesquero. Hay que tener en cuenta que tenemos que bajar a este delicado animalito unas decenas de metros de profundidad, para que actúe perfectamente. Es importante controlar la sonda y tener muy claro el lugar en el que vamos a fondear. Una vez realizada esta maniobra, empezaremos a brumear con todos aquellos sonsos, que no hayan aguantado o que veamos que están más débiles.
La pesca generalmente se realiza con un aparejo de mano, una linea gruesa a la que uniremos un plomo y en la que terminará un anzuelo, como siempre de buena calidad y de buen tamaño. Podemos dejar también alguna caña calada, si la eslora y la corriente nos lo permiten, con el mismo cebo que estamos utilizando. El resto no hace falta que os lo cuente, una buena dosis de paciencia, grumeo continuo para levantar del fondo aquellas presas que tanto buscamos y buen hacer.
La captura a medias aguas de pescado azul no será nada raro, aunque nuestros principales objetivos estarán algo más enganchados al fondo.
Gracias a estos dos amigos he podido conocer con más detalle, una técnica que sabía que los profesionales practicaban y que les daba muy buenos resultados, a pesar de todos sus condicionantes.

martes, 8 de junio de 2010

Lanzón, angel o demonio.



Cada año con el final del invierno y hasta bien entrada la primavera, en una zona bastante acotada del litoral (entre la Costa Brava y El Maresme) se practica por parte de las barcas profesionales la pesca del lanzón ( o sonso en Cataluña).
Esta especie con un valor gastronómico alto y que además es de temporada, es ofrecida por bares y restaurantes, lo que la hace un potencial foco de negocio para los profesionales.
La captura se realiza con redes de maya fina y estrecha, que en la parte baja del aparejo, llevan unas cadenas con las que mientras se arrastran y se va cerrando el cerco, levantan a este delicado pez de "su guarida" y cuando se ve acosado o de noche se entierra en la arena.
La pesca se realiza de día, generalmente a primeras horas de la mañana y a escasos metros de la orilla. Cuando digo a escasos, es en alguna ocasión a menos de 20 mts de la playa y con apenas 4 metros de calado.
Años en los que se han pescado durante todo el período, ha supuesto que para los pescadores de playa en esas zonas, la escasez de herreras, doradas, lubinas, pageles y demás haya sido acusada.
Este pez al mismo tiempo, es el sustento de otros muchos depredadores marinos, por lo que la práctica de la pesca con cebo natural, aparcando por un día los artificiales, nos puede deparar una jornada inolvidable. Arañas, jureles, pageles, bonitos, dentones y una larga lista de otras especies, incluyen en su menú a este pececillo. Independientemente del fondo sobre el que pesquemos, arenales, fondos mixtos, raro será que alguno de ellos no muestre interés.
Personalmente me gusta utilizarlo, para la pesca de la araña, una técnica que me enseñó hace ya muchos años mi tío y con el comparto jornadas a la pesca de éstas.
El montaje es sencillo, una cameta de fluorocarbono de apróximadamente metro y medio ( el diámetro variará según la corriente, pero a partir de un 0,28 es más que suficiente), en el que empatillaremos 3 anzuelos del nº5/6 (cristal), unida a un plomo de varilla, de cuyos extremos uniremos por un lado, la línea madre y por otro la cameta.
Para pescar esta especie buscaremos arenales, en los que con la ayuda de la sonda podamos encontrar ligeros desniveles. El aparejo debe reposar en el fondo y con la ayuda (esta vez sí) del viento terral, nos permitirá rastrear una mayor zona hasta localizar al grupo de traquínidos. La voracidad con la que comen, hacen que sea una pesca muy divertida.
Hay que tener especial cuidado al manipular las capturas de esta especie, estén vivos o no, ya que su aleta dorsal, así como los opérculos laterales están provistos de un veneno que produce un intenso dolor.
Utilizar el lanzón sobre otro tipo de fondos nos puede deparar, mayores sorpresas, pero esto lo dejaremos para otro día.