sábado, 15 de febrero de 2014

Lubinas en el Delta del Ebro, cuando los astros se alinean...


A punto de acabarse la temporada lubinera, este año tuvimos oportunidad de planificar unas cuantas jornadas, en busca de las reinas de la espuma en el mejor lugar que tenemos en Cataluña, el Delta del Ebro.
 Es sin duda un paraíso para los que amamos este deporte, aunque en muchas ocasiones nos presenta el lado más duro e ingrato, pero si encontramos la noche en que se alinean los astros, podemos disfrutar como nunca y eso es lo que nos sucedió a Carmelo, Jonathan y a mí.

El día escogido estábamos en plena subida de una entrada de Levante, el primero en llegar a la playa fui yo, mientras mis compañeros recorrían los últimos kilómetros con el coche, yo elegía el lugar y hacía las primeras pruebas para averiguar si había corriente o algas, algo imprescindible antes de tener todo el equipo montado y evitar sorpresas. En vistas de que el oleaje nos permitía pescar con plomos de casting de 140 gramos y las algas no estaban por la zona, acabé de montar el resto del equipo y avisar a mis compañeros de cuál era el lugar dónde estaba, la playa de los Eucaliptus.
Teníamos el agua movida, había un par de rompientes una a unos 80/90 metros y otra entorno a los 200 metros (esta segunda inalcanzable). Entre ambas había zonas de espuma que se antojaban de lo más atractivas. La primera de mis cañas se fue a la primera rompiente y las otras dos hasta dónde pude lanzarlas.
Justo cuando mis compañeros empezaban a montar, la primera de mis cañas hacía un “extraño”, por un momento pensé que el plomo había saltado por la fuerza de la corriente y la línea corría hacia la derecha. Instantes después pude comprobar, que la corriente no era el motivo, se trataba de la primera picada de lubina, que de manera muy sutil se había tragado el anzuelo chinu de Mustad del número 1, escondido bajo un buen trozo de llubarré.
 
Les indiqué a mis compañeros dónde había salido la primera y acto seguido, ya tenía otra caña picada, en esta ocasión era una de las Split surf de Kalikunnan, una caña dura pero con un puntero muy agradecido y marcador. Tras un par de carreras salía la segunda lubina de la noche, justo después de cebar la caña y dirigirme a lanzar al lugar dónde tenía la piqueta, vi que la Shangrila-Pro que tenía a la derecha y que ya había sacado la primera, volvía a delatar picada. Estaba claro que estaban muy activas y durante un buen rato, las picadas se sucedieron tanto en mis cañas, como en las de mis compañeros que poco a poco se iban acercando a la cantidad que llevaba yo.

No teníamos mar de fondo, por lo que la elección para empatillar los anzuelos  fue esta vez Hybrid de Yo-Zuri en un diámetro del 0,33 (12 lbs), los carretes cargados con línea del 0,16 y los ya mencionados plomos de 140 gramos, los de casting de 125 gramos no aguantaban la fuerza del mar.

Tuvimos una noche redonda difícil de superar, pero cuidado, no debemos olvidar que este entorno es muy complicado, acertar con el día y en que se den las condiciones ideales para la pesca es una ardua misión. Ha habido días en que el Delta nos ha echado literalmente, bien por el estado del mar, por las algas y broza que sale de los canales que vienen de los arrozales o simplemente, porque el cangrejo o la pulga ha hecho imposible la pesca, aquí el porcentaje de fracaso es muy alto y así lo hemos vivido en nuestras carnes en muchas ocasiones, no obstante tiene un imán (no solo las lubinas) que año tras año nos hace volver.