lunes, 30 de agosto de 2010

Pesca entre boyas


Muchas veces y mientras contemplaba el puntero de las cañas, en las "típicas jornadas estivales", en busca de ese ranchito de mabras, roncadores o con suerte alguna dorada. Me hacía la siguiente pregunta, ¿porqué no tentar el mismo tipo de pescado, pero desde la barca?.
Desde la orilla hay que estar constantemente prospectando el fondo (si no es una zona conocida), hasta encontrar algo, que nos haga pensar que esa es la zona de paso del pescado o que ahí está comiendo. En numerosas ocasiones este se encuentra muy lejos, por lo que o eres un buen lanzador o no te queda otra que esperar a que esa noche el pescado se acerce a tú distancia de tiro y para futuras salidas, mejorar tú técnica de lance.
Bueno a lo que iba, con el cebo que gentilmente mí padre nos había dejado y que le había sobrado de un concurso, organizamos una salida nocturna en barca. El lugar lo escogimos "al azar", una zona dónde sabíamos que se habían estado tocando buenas herreras desde la playa. Eso es a escasos 50 mts de las boyas que delimitan la zona de baño. Así que fondeados debidamente ( lo ideal es doble fondeo por proa y popa), montamos tres cañas con puntero híbrido de 3,5 mts a 4,50 mts. Alternamos bajos de 2 cametas largas, con anzuelos del nº6 tipo Cristal y otros con montaje de plomo corrido con anzuelos All-Round del nº 4, por si entraba algún pescadito más granado. Los cebos que utilizamos fueron la lombriz catalana, americano y areny. El resultado de la jornada, a parte de una excelente cena y una buena charla, fue la captura de unos cuantos pageles, otros tantos roncadores, alguna doradella y únicamente una herrera.
Honestamente me quedé del todo satisfecho, aunque esperaremos que pasen estos meses de canícula y que el tránsito de embarcaciones se reduzca para repetir pesca. Seguro que el resultado mejora.
La pesca desde playa tendrá que seguir esperando...

lunes, 23 de agosto de 2010

Pesca Tradicional



Este fin de semana y con motivo de la celebración de la festividad de los Copatrones Sant Bonós y Sant Maximià, en Blanes, se organizó la tradicional "Tirada l'art" (tirar del arte). El acto no es más que una representación moderna, de la manera en la que los pescadores del litoral utilizaban las artes de pesca, para capturar el pescado.
Antiguamente este tipo de pesca, se desarrollaba con una embarcación de pequeña eslora. Los pescadores dejaban un extremo del cabo en la playa y era sujetado por sus familiares o gente del pueblo. Como continuación de éste iba la red (plomada en su parte inferior y suspendida en la superior por unas pequeñas boyas), que se calaba formando un semicírculo. Una vez extendida en su totalidad, llevaban un extremo del cabo a la playa a unas decenas de metros del otro. Entonces entraban a participar de forma activa la gente del pueblo, que por un puñado de pescado colaboraban en este duro trabajo. Ordenadas en dos filas recuperaban la red, tirando de ambos extremos poco a poco y con gran esfuerzo, la red se va acercando a la orilla, quedando cerrada por los laterales para evitar la huida de los peces que quedaban atrapados en ella.
Como anécdota las actuales embarcaciones de cerco que atraen a sardinas, boquerones, etc con potentes luces instaladas en embarcaciones auxiliares, no son ni más ni menos que un versión mejorada de lo empleado en épocas pasadas. Únicamente usaban un pequeño bote en el que a modo de luz se utilizaba una gran antorcha, como medio de atracción del pescado.

lunes, 16 de agosto de 2010

Lanzón (Sonso) 2ª parte




Tal y como apuntaba en otro post, el lanzón es otro de los muchos cebos naturales con los que podemos pescar.
Como todo cebo natural, gana exponencialmente en efectividad si lo presentamos vivo. La principal dificultad de este tipo de pesca entre otras, radica en la obtención del cebo en sí. Se han de tener muy buenos contactos entre los pescadores profesionales y acudir a la zona dónde estos lo pescan, para que justo en el momento en el que descargan el arte, hacer acopio de una buena cantidad de estos pececitos e introducirlos en viveros perfectamente acondicionados para su conservación.
Dos amigos, Felix y Albert, han tenido la oportunidad de practicar este tipo de pesca, todo y no ser demasiado bien vista por los mismos profesionales que también la realizan, ya que podrían ser "una competencia desleal".
Una buena zona donde desarrollar este tipo de pesca, son fondos rocosos dónde sabemos que se han cogido, dentones, serviolas, etc. Así que con el vivero lleno nos desplazaremos rápidamente al pesquero. Hay que tener en cuenta que tenemos que bajar a este delicado animalito unas decenas de metros de profundidad, para que actúe perfectamente. Es importante controlar la sonda y tener muy claro el lugar en el que vamos a fondear. Una vez realizada esta maniobra, empezaremos a brumear con todos aquellos sonsos, que no hayan aguantado o que veamos que están más débiles.
La pesca generalmente se realiza con un aparejo de mano, una linea gruesa a la que uniremos un plomo y en la que terminará un anzuelo, como siempre de buena calidad y de buen tamaño. Podemos dejar también alguna caña calada, si la eslora y la corriente nos lo permiten, con el mismo cebo que estamos utilizando. El resto no hace falta que os lo cuente, una buena dosis de paciencia, grumeo continuo para levantar del fondo aquellas presas que tanto buscamos y buen hacer.
La captura a medias aguas de pescado azul no será nada raro, aunque nuestros principales objetivos estarán algo más enganchados al fondo.
Gracias a estos dos amigos he podido conocer con más detalle, una técnica que sabía que los profesionales practicaban y que les daba muy buenos resultados, a pesar de todos sus condicionantes.

jueves, 12 de agosto de 2010

Vacaciones 2010





Estas son algunas fotos de la primera parte de las vacaciones. Esperamos que la otra tongada, ya a mediados del mes de septiembre, sea más productiva en el tema capturas.
Salimos a por loritos, también hizimos alguna jornada en busca de pageles y pargos. Dedicamos otra a fondo, pero debido a que la zona de pesca estaba y está "plagada" de jureles, bogas y caballas. Desistimos en seguir, a pesar de una buena clavada probablemente de un congrio de talla, que no quiso subir y que además se llevó un par de anzuelos.

martes, 10 de agosto de 2010

La comida está servida...




Durante una parte de estas vacaciones, hemos dedicado algunas salidas a realizar un curri costero, en busca de melvas, bonitos, bacoretas y demás pescado azul. La verdad es que los resultados que hemos obtenido, no han sido todo lo satisfactorios que esperábamos. Los bonitos andan muy escasos y sólo algunas embarcaciones, en los últimos días han tenido encuentros esporádicos con ellos. No siempre el que la persigue la consigue, pero el premio a la perseverancia algún día cae, de una forma u otra.
En tres ocasiones, hemos tenido la oportunidad de avistar los acrobáticos saltos de peces espada, visto y no visto, no dan tiempo ni de coger la cámara de fotos.
Las pajareras que otros años se formaban por estas fechas, son difíciles de ver y como siempre el amigo Murphy aplica su ley, cuando te has pasado toda la mañana dando tumbos y ya de vuelta a puerto, zas!, nuestras amigas aladas empiezan a caer en picado a unos escasos cientos de metros y aparecen esos lomos, que nos hacen subir la adrenalina (nada que ver con las pajareras atuneras). A pesar de actuar con sigilo, con el motor parado para lanzarles esa cucharita, el pescado busca profundidad rápidamente y desaparece después de apenas tres lances, apareciendo a cierta distancia. Vamos, como el gato y el ratón.
Al final, uno de los días encontramos las melvas, algunas de buen tamaño y que nos hicieron pasar un buen rato.
Las vacaciones han dado mucho de sí y no hemos dado tregua, prácticando varias modalidades y probando "cositas", así que poco a poco iremos desgranando el resultado.

domingo, 1 de agosto de 2010

Rockfishing




Para mí el pescar desde las rocas, siempre ha tenido un atractivo especial, supongo porqué es aquí donde me inicié en esto de la pesca. Primero dentro del puerto de Blanes, esquilmando cada verano la población de jureles, chuclas, besugitos y pequeñas anjovas, pero de esto hace bastantes años y los tiempos han cambiado... y mucho.
Un buen maestro me enseño un pesquero, en el que durante años habían tenido muy buenas y variadas capturas. Así que previa inspección del terreno, sín mochila ni cañas, organizamos la jornada de pesca.
El lugar de pesca al que se accede a traves de un camino entre el bosque, antes de llegar a las rocas, de bajada es genial, pero la vuelta con un desnivel considerable es un verdadero rompe-piernas. En esta zona hemos pescado en muchas ocasiones, con diferentes cebos y evidentemente diferentes resultados, americano, llubarrero, gusano de beta, cangrejo ermitaño, titas, etc... Con la mar en calma, con mar de Levante e incluso con medio temporal y creo que el mejor es el dichoso Levante, que es con el que nos íbamos a encontrar el día de pesca.
Sobre las 05:30 de la mañana ya teníamos plantadas las cañas, elegimos el llubarrero, el gusano de beta y el cangrejo ermitaño (este no puede faltar) como cebos. El fondo según la distancia y el abanico en el que lancemos las cañas, varía entre posidonia, fondo totalmente rocoso y mixto de arena y piedra. Un montaje con plomo de aleta (corrido) y un sólo anzuelo del nº 3/4 de pico de loro y de buena calidad, la cameta del 0,30/0,35, no demasiado larga (1,5 mts es más que suficiente) ya que el lugar permite utilizar el salabre telescópico, para sacar una buena pieza.
A primera hora los sargos nos hicieron pasar un buen rato, alguno de ellos de buen tamaño y como suele suceder en estas jornadas "de espera", en busca de buenas piezas, mientras estábamos en lo mejor del desayuno una de las cañas amorra violentamente, dudando de si la piqueta iba a aguantar semejante embestida. Después de la clavada y de trabajar con cuidado la pieza, evitando el roce con las rocas, una mancha rosácea/plata empieza a asomar a escasos metros. Como siempre no todo iba a resultar fácil, así que después de percatarnos de que el salabre (salabardo) se había quedado en el coche, no quedaba otra que sacarlo a plomo, así que aprovechando el oleaje, en una de las subidas lo puse en seco. Cuando vi semejante breca, me quedé alucinado, la lucha fue apasionante con unas carreras de lado a lado que me hacían dudar de poderlo sacar por el fondo tan escarpado, pero al final quiso salir en la foto.
El animalito midió 51 cms y pesó 1,480 kg.