domingo, 21 de agosto de 2011

Spinning desde embarcación, en busca de nuevas emociones




La verdad es que hacía ya mucho tiempo que tenía ganas de ponerme con este tema y entrar en materia. Debo reconocer que años atrás esta técnica no entraba para nada en mis esquemas de pesca. Es más, hasta me parecía un poco absurdo esto de ir lanzando y recogiendo artificiales , intentando que algún incauto pez atacase el señuelo. Incluso a algunos compañeros les había comentado que yo nunca practicaría esta técnica. Menos mal que con el paso del tiempo uno va madurando y finalmente abre lo ojos.

Había escuchado en numerosas ocasiones que la pesca en superfície era apasionante, pero yo en mis trece, pensando que bobadas. Como buen aficionado al surfcasting tenía claro que como esta técnica ninguna podía ser mejor.
A día de hoy esta percepción ha cambiado diametralmente, está claro que cada pescador tiene sus preferencias en cuanto a técnicas y modalidades de pesca y como no, a lo que a especies se refiere, pero también es cierto que a veces conseguir una buena captura nos lleva irremediablemente a probar cosas nuevas.
Los primeros pinitos ya los había hecho persiguiendo a los túnidos y menuda iniciación, como si fuese fácil engañarlos. También había probado en algún que otro lance, clavar alguna de las difíciles lubinas portuarias y lo reduciríamos a poco más.
Una de las mejores maneras de ir ampliando conocimientos, ha sido ir visitando blogs , además de escuchar a algunos spinners en los lugares donde adquiero materiales o cebos.
Pero sin duda la más enriquecedora, es poder compartir jornada de pesca con alguien que realmente sepa. Esto ha sucedido en varias ocasiones con buenos fishers (Dani y Sergi) pero la técnica de pesca era diferente, quizá el momento lo requería y lo del spinning se fue dilatando en el tiempo.
A traves del blog además de ir explicando mis vivencias, he tenido oportunidad de conocer a otros pescadores/bloggeros con los que he podido compartir conocimientos y experiencias y con alguno por cercanía geográfica también jornadas de pesca. Esto es lo que sucedió con Cristian, compañero de pesca y blogger http://kalima-x-fishingteam.blogspot.com

La mañana en cuanto a capturas fue genial, para un principiante como yo no podía ser mejor. A pesar de no empezar demasiado bien, conforme se iba levantando el día la cosa mejoró. De repente el viento roló y en el himpase de este cambio y con el mar en calma, la actividad se disparó. Ataques por aquí, ataques por allí, coletazos de los depredadores y agujas saltando despavoridas, los culpables los de las fotos... (paseantes y anjovas).

jueves, 4 de agosto de 2011

Doradas a surfcasting, por fin entraron las XL

Pues si, al final y después de mucha insistencia la suerte por fin se puso de cara. Ya había perdido la cuenta de las veces que habíamos ido en busca de estos preciosos animales. En prácticamente todas las salidas los resultados distaban mucho de lo esperado, pero ya se sabe, en esto de la pesca no hay casi nada garantizado.
Sabíamos en que playas se estaban empezando a tocar y los cebos que mejor funcionaban, pero nada, ni por esas habíamos sido capaces de tener una buena noche. Llegados a este punto era ya casi una cuestión de orgullo o tal vez de resignación. Mi compañero Carmelo y yo estábamos casi seguros que en alguna de estas jornadas íbamos a dar el campanazo y aunque no haya sido del todo así, las últimas capturas que hemos hecho han sido un buen balón de oxígeno, que falta nos hacía.
El primer encontronazo serio lo tuvo Él y uno de los primeros días, en que planificamos esta pesca tuvo la suerte o más bien el buen hacer, de clavar una buena dorada cercana a los 3k. Como casi siempre bravas desde el arranque, poco a poco con buena mano y forzando lo justo, la captura se rinde exhausta en la arena. Yo mientras tanto vi pasar las horas y la picada en una de mis cañas, igual que la que él había tenido, nos hizo subir la adrenalina, falsa alarma, la manera de pelear no era de una dorada... un buen jurel colmó mi desilusión. ¡Otro día será!.


Afortunadamente y como ya apuntaba anteriormente, no todas las jornadas transcurrieron igual. Un cambio de tercio o más bien de playa, de momento fue el quid de la cuestión. En nuestra última excursión, el balance aún fue más positivo. El compañero siempre me dice que el arranque es muy importante, si a primera hora (última de la tarde) ya tocamos alguna, es probable que cuando se eche la noche, estas vuelvan ha hacer acto de presencia. Pues bien, así sucedió en una de mis cañas, una espectacular picada nos avisaba de que había vida al otro extremo de la línea. Después de una carrera suicida, la dorada emprendió la huída hacia la orilla, lo que durante bastantes momentos me hizo pensar que se había desclavado, pero no. A escasos 10 metros de esta, otra buena carrera me devuelvió la tensión y en unos momentos la primera XL reposaba ya sobre la arena. Tras el cebado rápido, hay que aprovechar que entran a comer, la caña ya está otra vez en acción de pesca. Hicimos las pertinentes fotos de rigor y zas, al darnos la vuelta otra de mis cañas estaba como un palo. Después de recoger más de 50 mtrs con la línea sin tensión, estaba convencido de que me habían cortado la línea ya que no notaba ni el plomo, pero de repente una fuerte sacudida me vuelvió a poner en acción. No habían pasado ni 10 minutos de la anterior captura y después de unas cuantas carreras, que la segunda estaba también en seco.
Esta vez el cebado aún fue más rápido y la caña volvía a estar en el agua. Al poco rato es una de las cañas de Carmelo, la que tiene una picada de esas que te ponen el corazón en un puño. Yo no me acostumbro, ni creo que me acostumbraré a templar los nervios, pero el compañero está más que curtido en estas batallas y eso se nota. En apenas media hora habíamos hecho el triplete, que nos colmaba de satisfacción.