domingo, 13 de abril de 2014

En abril doradas mil???


Hace escasamente unos días que hemos cambiado de estación, el invierno ya quedó atrás y la primavera se abre paso con fuerza.
Otras temporadas o por lo menos asi me ha sucedido por aquí, a las doradas les quedarían los días contados para empezar a desaparecer, o no saldrían con la relativa facilidad con las que nos las encontrábamos. Este año las cosas están siendo diferentes, los meses que teóricamente debían ser los mejores, enero, febrero y marzo, han sido menos generosos, innumerables salidas, algún que otro día excepcional (http://xpescamar.blogspot.com.es/2014/03/todo-o-nada.html  http://xpescamar.blogspot.com.es/2013/12/doradas-surfcasting-un-dia-excepcional.html) y bastantes jornadas  con piezas de escaso porte (estos días así también son positivos) o capturas únicas, que tampoco está mal.
Todo apunta a que este año las pautas que las últimas temporadas se estaban dando, difícilmente se van a cumplir o asemejar, parece que como ocurre cada cierto tiempo en este 2014 habrá un cambio de ciclo. Espero que aunque los meses cálidos, no siendo mis preferidos por la ocupación de las playas por bañistas, surfistas y demás, que tienen todo el derecho del mundo a ocupar estas zonas igual que nosotros los pescadores, aquellas playas que fueron tan generosas durante la canícula de hace ya unos años, vuelvan a recuperar su atractivo, algo me dice que probablemente lo serán.

De momento y esperando a comprobar si este hipotético cambio se produce, en una playa de las que más cerca de casa tengo y de las que menos frecuento, me pude desquitar de varios días en los que de las doradas poco supe.
Era una tarde de domingo, con un sol y una temperatura casi primaverales, los primeros paseantes ya se dejaban ver y sin prisa, pero sin pausa iniciaba mi jornada de pesca, un par de horitas antes del crepúsculo.
Con la primera caña ya en acción de pesca, me disponía a cebar la segunda, cuando por el rabillo del ojo vi “algo raro”, al girarme comprobé, que la Split tenía la puntera totalmente recta y la línea destensada. Antes de cogerla para comprobar que había, lancé la segunda caña con un buen trozo de llubarré, en el que iba un anzuelo Chinu de Mustad del nº2.


Cogí la caña que estaba picada y comprobé que venía una buena dorada, después de unos instantes de tira y afloja, la pude poner en seco con  cierta dificultad ya que delante de dónde pescaba, había una zona con un palmo y medio escaso de agua, lo que me complicaba la maniobra.
Al cabo de media hora la misma caña delataba picada, tras una bonita lucha, sacaba la segunda dorada de la tarde. Todavía era de día y aún quedaba rato para que empezase a oscurecer y ya llevaba dos doradas, que rondaban los 2kg cada una, algo poco usual pero que me hacía estar de los más esperanzado.
Con la entrada de la noche no hubo cambios, nuestras amigas de la frente dorada desaparecieron, o no estaban en mi tiro o algo las espantó de la zona, yo me quedo con los segundo después de ver como salió un pagel y la dentellada que llevaba.

Algún depredador merodeaba por la zona