lunes, 30 de mayo de 2011

Indignados


No se me ha ocurrido mejor título para este post, además como el adjetivo está de actualidad, me he dicho y porque no?.
La cuestión es que ya llevaba tiempo dándole vueltas al tema y gracias a un compañero de pesca y las fotos que me ha hecho llegar, me he decidido a entrar en materia.

Me gustaría que este escrito no fuese reflejo, del estado en el que muchas veces me he sentido (o nos sentimos), aunque el título lo dice todo.
¿Porque hay tanta dejadez por parte de la Administración y tan poca conciencia por parte de los pescadores "profesionales"?.
El sector de la pesca deportiva, cada vez está más demonizado desde todos los ámbitos, a excepción claro está del nuestro. En ocasiones nos acusan de ser la causa de la reducción de las capturas de ciertas especies. Se establecen cupos y vedas, algo que me parece perfecto con el fín de recupar de la sobrepesca a determinadas especies. Pero que nos metan en el mismo saco que a los profesionales, cuando prohiben la pesca de determinadas especies (atún, caballa, y las que vendrán), me parece exagerado. Es cierto que hay "deportivos" que no actúan con sentido común ni respetan las normas establecidas, pero aún así, comparativamente el daño que podemos realizar sobre el entorno, no se asemeja en nada al que hacen ellos.



Para aportar un poco más de información, las fotos son de esta semana pasada por la mañana. Los barcos estaban buscando el sonso (lanzón), está claro que revasando el límite sobre el que pueden faenar. El compañero estaba intentando pescar alguna dorada, aunque con este panorama, ¿que podemos esperar?.
En este caso creo que una imagen vale más que mil palabras

martes, 24 de mayo de 2011

En busca de "nuevos" pesqueros



Como en las últimas salidas con la barca, en busca de pageles, pargos y demás, la cosa no había funcionado todo lo bien que esperaba, me planteé un cambio de planes. Un amigo me dijo que entre semana, una buena manera de localizar nuevos puntos de pesca era aprovechar las zonas en las que los profesionales calaban sus artes y con la ayuda de la sonda, ver la composición de este y probar.
El día elegido a las 7 de la mañana, ya estaba embarcado con todo preparado y rumbo a un punto, donde en otra ocasión había capturado buenas piezas. Así pués el objetivo era ir en busca de las señales de "nuestros amigos" los profesionales.
Una vez en el sitio empezé a pescar en mi zona habitual, sobre un fondo de entre 42 y 55 metros, la captura de pequeños pageles y pargos me hizo plantearme el ir en busca de otros fondos y a escasos 500 mtrs. veía la banderola de un gallo que señalizaba una red. Con la barca a escasos 25 mtrs. de este, justo debajo me aparece un fondo muy interesante, con una roca que cambia el perfil radicalmente, lo que me hace ponerme manos a la obra.
Ya en la primera bajada y sin casi tiempo de que los cebos reposasen en el fondo, una buena sacudida arquea el puntero de la caña. Después de trabajar con cuidado la pieza/s, veo a medias aguas el resplandor de dos peces que van haciendo sus característicos círculos, conforme van llegando a la superfície ya rendidos después de varias carreras. Mi sorpresa fue ver que se trataba de un bonito pagel de casi un kilo, clavado en el anzuelo de abajo, que se había tragado un cangrejo ermitaño y un pargito de algo más de 600 grs. que había sucumbido a un gusano americano y que venía en el anzuelo superior del bajo.



El cambio de escenario prometía, así que durante un par de horitas fui haciendo derivas, con sucesivas capturas en forma de cántaras, vidriadas, incluso una lluerna (bejel).
La pesca con equipos ligeros, hace que el disfrute aún sea mayor, por lo que con una caña con su correspondiente puntera hibridada hará aún mejores esas sensaciones. El carrete de tamaño 5000 cargado con un trenzado de 0.08, un terminal de 0.35 de grosor, en fluorocarbono y un bajo con un diámetro inferior del 0.28 , me hicieron pasar una mañana excepcional.
Los cebos que utilicé fueron el americano y el cangrejo ermitaño, dos clásicos que rara vez suelen fallar. Esta vez los serranos y las doncellas no aparecieron, cosa rara.

domingo, 15 de mayo de 2011

Surfcasting...doradas





Después de varias salidas de pesca en busca de una buena dorada, hace unos días, por fín obtuvimos recompensa.

En las últimas semanas ya se ha empezado a notar, la entrada de estos ejemplares de mayor tamaño. Ahora sólo hace falta insistir y echar horas en la playa o playas en las que ya sepamos que se están dando capturas, esperando a que estas insaciables comilonas, hagan sus pasadas y se topen con nuestros aparejos. Buenos cebos como el llobarrero, el americano o la tita, no los pasarán por alto.




Por estas fechas no son las doradas la única especie que se muestra activa, si tenemos la mala fortuna de que los tallhams (anjovas) andan de cacería por nuestro pesquero, la rotura de líneas y la posible pérdida de capturas estará casi asegurada, así que paciencia...


jueves, 5 de mayo de 2011

Light Jigging una buena alternativa para estas fechas


A la espera de que suban definitivamente las temperaturas, en este impás de tiempo, no es una mala opción ir en busca de especies de porte reducido. Una modalidad que practicada con los equipos adecuados, nos deparará momentos de mucha diversión y porqué no, que también nos proporcionará jornadas muy entretenidas.





En estas fechas no es difícil encontrar las molas que forman jureles, estorninos, obladas y caballas. Simplemente habrá que estar muy pendiente por un lado, de nuestras amigas las gaviotas y si estas no nos muestran la zona donde hay actividad en superfície. La otra opción e indispensable para localizar nuestras posibles capturas, será el uso de la sonda.




Por lo general localizaremos estos spots relativamente cerca de nuestro puerto base, así que que pronto podremos ponernos en acción de pesca. En muchas ocasiones encontramos estas molas de pescado a escasos metros de la misma bocana, así que si estamos a una distancia prudencial de la misma y no entorpecemos el tránsito de otras embarcaciones, tendremos mucho terreno ganado. Una excelente zona donde probar, es cerca de lugares donde haya balizas o boyas.



La profundidad a la que encontremos estas molas de pescado y el estado del mar, marcará la utilización de jigs y cucharas de mayor o menor peso y de diferentes formas. Podremos aderezar el montaje, añadiendo en la parte superior una metralleta/traca de plumas que complementará la acción del jig y que lo hará aún mas atractivo y llamativo, pudiendo capturar de esta manera varias piezas a la vez.



Para tener un plus añadido de sensaciones, lo ideal es utilizar cañas de escaso libraje, que nos permitan lanzar y mover hasta un máximo de 50/60 grs. El carrete de un tamaño 3000/4000 cargado con hilo trenzado de 0,08 mm y un terminal de fluorocarbono de no más de o,40 mm, será más que suficiente, aunque a menor diámetro mayor invisibilidad, pero asumimos más riesgos de rotura.






Habrá que tener muy presente que entre estos bancos a veces vienen camuflados bonitos, melvas o bacoretas, por lo que la calidad del material deberá ser contrastada, así como los nudos de unión de los diferentes elementos. Sólo así y en caso de captura excepcional, tendremos decantada parcialmente la balanza hacia nuestro lado.


Tampoco hay que perder de vista, que si dejamos bajar nuestro aparejo hasta el fondo o muy cerca de él, la captura de arañas y víboras será más que probable. Por lo que no debemos confiarnos...