martes, 12 de octubre de 2010

De pesca por el Pirineo



El final de las vacaciones coincidió con mí cumpleaños y menudo sorpresón me esperaba. Contaba con ponerme tibio de marisquito por la Rías Baixas y visitarlas por primera vez. Y no, no, nada de mar, a la montaña (que "engañado" me tenían), así que de lo que disfrutamos entre otras cosas, fue de la buena cocina que hay por el Valle de Arán.
Dicen que más de dos son multitud, en este caso éramos cinco para mayor sorpresa todavía y os aseguro que de multitud, nada de nada. Y yo que solo contaba con mi pareja, que ingénuo, en este caso bendita ingenuidad, la compañía no pudo ser mejor.
¿Alguien creía que no iba a haber pesca?, está claro que el único que lo pensaba era yo, pero se lo traían todo muy, pero que muy bien preparado.
Así que al lío, durante menos de media mañana, tiempo más que suficiente, nos pusimos manos a la obra. El lugar fue el río Noguera de Tort en Barruera, donde está ubicado el coto de pesca intensiva, en el que intentamos engañar alguna trucha de las que días atrás habían soltado. Para ser la primera vez, tengo que reconocer que fue una experiencia que nos gustó y que seguro repetimos, pero j... que duras estaban las dichosas truchas. Al final una de ellas sucumbió, a pesar de la poco ortodoxa presentación de la ninfa (lo vereis en las fotos), no se si picó por aburrimiento o por que tenía claro que en la orilla se iría, que es lo que pasó. Estaba apostada en una pozita a un metro y medio de la orilla, o sea a tiro de caña. Guerra no dio en la pelea, pero ilusión si que nos hizo tenerla tan cerca, porque la dimos como capturada.
Gentilmente, uno de los pescadores que vadeaba el río hacia donde estábamos nosotros, sí pescó una y nos la ofreció para la foto y también para comérnosla, nos quedamos con lo primero.
Aquí aparece el nuevo compañero de pesca, no en las fotos porque aún es muy pequeño, pero seguro que cuando crezca nos acompañará.

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