Hay que conocer muy bien una playa, para reducir el margen de error y hacer
que una jornada sea fructífera, a pesar de esto algunas veces nos equivocamos, a
continuación me explico.
Cuando ya has pescado en numerosas ocasiones en un mismo pesquero, sea cual
sea el estado del mar y la época del año, empiezas a hacerte una pequeña
composición de cómo puede acontecer la jornada. Sabes que vientos son los que
le influyen de manera positiva o negativa, si el oleaje es mayor o menor, te
permitirá pescar de una u otra manera y si con ese estado del mar, el pescado
que posiblemente entre será de una especie u otra. Hay innumerables
condicionantes o matices, que harán que tus previsiones se cumplan o no.
Ni más ni menos, es lo que nos sucedió hace unas semanas a mi compañero
Carmelo y al que suscribe. Llegamos a una playa en la que el influjo del oleaje
de Levante lo hace el ideal, no se nos pasó por la cabeza, que ya hacía días
que el agua estaba fuerte y que en algunas playas de la zona, este hecho hace
que las algas se levanten y la pesca sea muy dura o simplemente imposible, que
es lo que pasó. Con las cañas ya montadas y en acción de pesca, nos dimos
cuenta que poco a poco las líneas se iban cargando de algas y que nuestros
cebos se tapaban. A pesar de esto los peces estaban activos, por este motivo
aguantamos una hora más. En ese rato mi compañero sacó una doradella y tuvo un
par de picadas, que es más que probable que fuesen de dorada, pero después de
un par de roturas de línea y ver que la cosa no mejoraba, debíamos
replantearnos la jornada, una opción era cambiar de playa y la otra marcharnos
para casa (que era la que yo quería). Finalmente Carmelo me convenció y
cambiamos de escenario, nos desplazamos a un pesquero “de invierno”, a 30
kilómetros de nuestro destino inicial. Una playa que da doradas, pero no todos
los años (este ha sido malo), pero que por el contrario da otras especies, más
típicas de los meses fríos y en los que las aguas están especialmente agitadas.
Con las cañas otra vez en acción de pesca, observo que una de las Split
Surf se ha quedado con el puntero destensando. Por unos instantes dudé, en si
el plomo de bola de 150 gramos con el que estaba pescando se habría levantado,
pero al tensar la línea salí de dudas al instante. Después de un tira y afloja,
saqué una dorada de algo más de un kilo, toda una sorpresa porque dado el
estado del mar era la captura que menos esperábamos.
No pasaron ni diez minutos cuando otra vez la misma caña se volvía a
destensar, se repetía el ritual, esta vez tenía algo más claro que lo que venía
al otro lado de la línea era una dorada. El tamaño de esta era algo más grande,
pero no mucho más, se había tragado un anzuelo Chinu de Mustad empatillado con
Amnesia del 5.6 (equivalente a un grosor aproximado del 0.35) evitando así que
las cametas se liasen de manera innecesaria.
Los cebos que estábamos utilizando
eran llobarré y tita de palangre y con ellos, conseguimos todas las capturas de
la noche.
En días así siempre tienes la ilusión de capturar aquellos peces que se te
resisten, bien por que son escasos o porque para aspirar a coger uno, las
condiciones tienen que ser muy concretas y esto habitualmente no sucede. Esa
noche tuve la suerte de toparme con un verrugato, un pez que por esta zona es
escaso y a la vez, los pocos que salen suelen ser de pequeño tamaño.
Me han hablado maravillas de ellos, en cuanto a que son una de las especies
más combativas que nos podemos encontrar, este en especial no dio mucha guerra,
más bien poca, pero no por ello menguó la satisfacción. Al enfocar y verlo en la poza que teníamos delante, justo
antes de sacarlo del agua la alegría fue total, ahora solo faltaba sacarlo cosa
que acabó sucediendo.
Llevaba mucho tiempo deseando
capturar uno de este tamaño, pero ya se sabe, en esto de la pesca cuanto más
deseas una cosa, más tiempo tardas en conseguirla. La “culpa” de que esa noche
fuese redonda la tiene mi compañero Carmelo, él fue quien me convenció, gracias
amigo.
Un "premio" a la perseverancia |
Hermoso ejemplar, enhorabuena
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Eduardo,
EliminarHacía mucho tiempo que andaba detrás de uno de este tamaño.
Un abrazo.
buena pesquera Alex y feliz año
ResponderEliminarGracias Nono,
EliminarEspero encontrar otro día igual en breve.
Saludos
Alex
precioso verrugato! eso ya pelea lo suyo! un saludo compañero!
ResponderEliminarQue bien lo sabes Antonio, de todas formas este al lado de los que teneis por tú zona, parece un alevín, ja, ja.
EliminarSaludos
Alex