viernes, 3 de enero de 2014

Verrugato a surfcasting


Hay que conocer muy bien una playa, para reducir el margen de error y hacer que una jornada sea fructífera, a pesar de esto algunas veces nos equivocamos, a continuación me explico.
Cuando ya has pescado en numerosas ocasiones en un mismo pesquero, sea cual sea el estado del mar y la época del año, empiezas a hacerte una pequeña composición de cómo puede acontecer la jornada. Sabes que vientos son los que le influyen de manera positiva o negativa, si el oleaje es mayor o menor, te permitirá pescar de una u otra manera y si con ese estado del mar, el pescado que posiblemente entre será de una especie u otra. Hay innumerables condicionantes o matices, que harán que tus previsiones se cumplan o no.
Ni más ni menos, es lo que nos sucedió hace unas semanas a mi compañero Carmelo y al que suscribe. Llegamos a una playa en la que el influjo del oleaje de Levante lo hace el ideal, no se nos pasó por la cabeza, que ya hacía días que el agua estaba fuerte y que en algunas playas de la zona, este hecho hace que las algas se levanten y la pesca sea muy dura o simplemente imposible, que es lo que pasó. Con las cañas ya montadas y en acción de pesca, nos dimos cuenta que poco a poco las líneas se iban cargando de algas y que nuestros cebos se tapaban. A pesar de esto los peces estaban activos, por este motivo aguantamos una hora más. En ese rato mi compañero sacó una doradella y tuvo un par de picadas, que es más que probable que fuesen de dorada, pero después de un par de roturas de línea y ver que la cosa no mejoraba, debíamos replantearnos la jornada, una opción era cambiar de playa y la otra marcharnos para casa (que era la que yo quería). Finalmente Carmelo me convenció y cambiamos de escenario, nos desplazamos a un pesquero “de invierno”, a 30 kilómetros de nuestro destino inicial. Una playa que da doradas, pero no todos los años (este ha sido malo), pero que por el contrario da otras especies, más típicas de los meses fríos y en los que las aguas están especialmente agitadas.
Con las cañas otra vez en acción de pesca, observo que una de las Split Surf se ha quedado con el puntero destensando. Por unos instantes dudé, en si el plomo de bola de 150 gramos con el que estaba pescando se habría levantado, pero al tensar la línea salí de dudas al instante. Después de un tira y afloja, saqué una dorada de algo más de un kilo, toda una sorpresa porque dado el estado del mar era la captura que menos esperábamos.


No pasaron ni diez minutos cuando otra vez la misma caña se volvía a destensar, se repetía el ritual, esta vez tenía algo más claro que lo que venía al otro lado de la línea era una dorada. El tamaño de esta era algo más grande, pero no mucho más, se había tragado un anzuelo Chinu de Mustad empatillado con Amnesia del 5.6 (equivalente a un grosor aproximado del 0.35) evitando así que las cametas se liasen de manera innecesaria.
 Los cebos que estábamos utilizando eran llobarré y tita de palangre y con ellos, conseguimos todas las capturas de la noche.
En días así siempre tienes la ilusión de capturar aquellos peces que se te resisten, bien por que son escasos o porque para aspirar a coger uno, las condiciones tienen que ser muy concretas y esto habitualmente no sucede. Esa noche tuve la suerte de toparme con un verrugato, un pez que por esta zona es escaso y a la vez, los pocos que salen suelen ser de pequeño tamaño.
Me han hablado maravillas de ellos, en cuanto a que son una de las especies más combativas que nos podemos encontrar, este en especial no dio mucha guerra, más bien poca, pero no por ello menguó la satisfacción. Al enfocar  y verlo en la poza que teníamos delante, justo antes de sacarlo del agua la alegría fue total, ahora solo faltaba sacarlo cosa que acabó sucediendo.

 Llevaba mucho tiempo deseando capturar uno de este tamaño, pero ya se sabe, en esto de la pesca cuanto más deseas una cosa, más tiempo tardas en conseguirla. La “culpa” de que esa noche fuese redonda la tiene mi compañero Carmelo, él fue quien me convenció, gracias amigo.


Un "premio" a la perseverancia

6 comentarios:

  1. Hermoso ejemplar, enhorabuena

    Un abrazo

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    1. Gracias Eduardo,
      Hacía mucho tiempo que andaba detrás de uno de este tamaño.
      Un abrazo.

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    1. Gracias Nono,
      Espero encontrar otro día igual en breve.
      Saludos
      Alex

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  3. precioso verrugato! eso ya pelea lo suyo! un saludo compañero!

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    1. Que bien lo sabes Antonio, de todas formas este al lado de los que teneis por tú zona, parece un alevín, ja, ja.
      Saludos
      Alex

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