Jibionera y "pajarito" de Yo-Zuri |
Este post y dada la extensión que podría abarcar, lo voy a fraccionar en
dos entradas. En esta primera, intentaré exponer algunos aspectos, que para mí
resultan clave a la hora de planificar este tipo de pesca, dejando para una
segunda entrada el tipo de materiales y montajes a usar.
El calamar es una especie que podemos pescar durante todo el año, desde
costa o desde embarcación. Abundante en nuestras aguas, es en los meses
estivales cuando los encontramos en mayor cantidad, aunque en tamaños más
pequeños. No obstante, vale la pena aprovechar
esta época para aprovisionarnos de un manjar exquisito en la mesa, sin
perder de vista lo efectivo que resulta, empleándolo como cebo (vivo o muerto)
en busca de los codiciados espáridos, como la dorada y el dentón.
Un cebo ideal para los espáridos |
Cuando el calor aprieta y la temperatura del agua aumenta, tradicionalmente
se da el pistoletazo de salida de la campaña del calamar. En la Costa Brava y
en la Zona del Maresme, los mejores meses para pescarlos desde embarcación, suelen
ser julio, agosto y septiembre. Este período varía, en función de cómo sean las
condiciones climáticas, pudiéndose adelantar o atrasar.
Sin duda estamos hablando de una técnica de pesca “finesse”, para capturar
a un DEPREDADOR en toda regla, que nos va a exigir poner los cinco sentidos, si
queremos ver cumplido nuestro objetivo.
Dos de los mejores momentos para pescarlos, son el atardecer y el amanecer,
aunque indudablemente cuando ellos se muestran más activos es durante la noche.
En las zonas que anteriormente he mencionado, existe “cierta permisividad” en
el uso de luz artificial, como reclamo de sus presas y por ende, para
agruparlos alrededor de nuestra embarcación. Una vez hemos conseguido este fin,
la diversión está asegurada.
Al ser un tipo de pesca muy tradicional y con gran arraigo en muchas zonas,
en todos los puertos encontramos excelentes pescadores en esta modalidad.
Suelen ser personas con una cierta edad y mucha experiencia, eso no quiere
decir que los más jóvenes no lo sean. Si tenemos la suerte de conocer a alguno
de ellos, fácilmente nos dirá alguna buena zona dónde encontrarlos. Si no,
podremos intuir estos sitios viéndolos a ellos fondeados, ya que generalmente
apuestan a caballo ganador. No suelen probar en sitios que no les sean
conocidos y que no les hayan dado resultados anteriormente. Manteniendo una
buena distancia entre embarcaciones, no tendremos ningún tipo de problema,
siendo siempre respetuosos con los que han fondeado primero, el mar es muy
grande…
En estas fechas las zonas donde encontraremos calamares, son fondos
arenosos y fondos mixtos con posidonia. Con profundidades que pueden oscilar
entre los 20 y los 35 metros si pescamos desde embarcación.
En un próximo post entraremos más al detalle de materiales, bajos, jibiones y demás.
Los calamares invernales tienen mayor tamaño, generalmente |