Sorprendente me está pareciendo la racha de capturas, con la que hemos empezado el año. Siempre me aplico el dicho, de que las cosas no son como empiezan, sino como acaban y debo reconocer que en algún momento esta racha se acabará... o no.
Sin estar en la mejor época para capturarlas, como ya he comentado en algún que otro post, siguen saliendo en muchas playas, no todos los días, pero en la gran mayoría y si las condiciones del mar son las idóneas, estas acaban dando la cara.
Me imagino que muchos de nosotros, tenemos la suerte de compartir jornadas de pesca con compañeros, que generalmente por experiencia acaban siendo grandes conocedores de buenos pesqueros. Según el viento que sopla y como está el mar, tienen muy claro cuales serán las mejores playas, en las que probar suerte en busca de estas caprichosas glotonas, en este caso la experiencia es un grado. Afortunadamente en los últimos tiempos y gracias a estos compañeros, me he impregnado de estos valiosos conocimientos, además de las pruebas que yo he hecho por mi parte, que como os podeis imaginar no siempre dan resultado, pero cuando lo dan, la satisfacción es sumamente grande.
Que os puedo contar a muchos de vosotros que no sepais. Cuando después de tener las cañas en el agua durante un buen rato y hacer una primera revisión, los cebos aparecen tal y como los hemos lanzado es un buen indicativo, no hay morralla. Sólo nos queda esperar a la hora crítica, aquella en la que la primera caña se destensa y delata que empiezan a pasar.
De repente nuestra actividad y la de nuestros compañeros se acelera y son esos momentos, los que en parte hacen tan especial este tipo de pesca, lenta, de espera.
En cada zona todos los pescadores tenemos nuestras preferencias, a todos los niveles, pero en cuanto a cebos los hay que son infalibles para determinadas especies. Al inicio de la jornada y de día, me gusta pescar las doradas con llobarrero, si la morralla me lo permite me da mucho juego, eso si, el precio de este anélido no es económico. Si los pezqueñines no dan tregua, la tita de palangre soluciona el problema.
Anzuelos tipo chinu de la marca Mustad, empatillados para pescar de día con fluorocarbono y una vez ya al atardecer, si necesito cambiarlos, utilizo una línea híbrida de Yo-Zuri, un hilo relativamente económico, que gracias a un conocido y después de probarlo, ya no falta en mí equipaje.
Aquí está una selección de fotos, de las capturas que hemos conseguido en las últimas salidas a surfcasting.
Desde roca y embarcación también hemos hecho diabluras, con diferentes resultados, pero hoy no toca hablar de ello.